Pistuví, el país de los grandes pájaros, de Merwan y Gatignol: Hacerse mayor puede doler

25/05/2015

¿Quién no ha echado de menos su infancia al ver la inocencia, la despreocupada fantasía y la lógica sin contaminar de los más pequeños? Al crecer y madurar ganamos muchas cosas, pero también perdemos otras tantas, y este proceso puede resultar doloroso. En Pistuví, el país de los grandes pájaros se habla de todo esto con un hermosísimo dibujo y una sutileza enternecedora.

Tras el curioso nombre que da título a esta obra encontramos un pequeño zorro, atrevido y goloso, que vive junto a la niña Jeanne en una casita construida entre las ramas de un árbol. A Pistuví no le gusta acercarse hasta la laguna, pues allí hay a menudo bandadas de pájaros que intentarán hablar con él y eso no debe pasar, y menos si no está cerca Jeanne con su ocarina de la que salen notas mágicas que lo protegen de las aves charlatanas.

Con este argumento llega a nuestras manos otra pequeña gran joya editada por Spaceman Books, un libro de una hermosura poéticamente sencilla escrito y dibujado con una sutileza que agradecemos enormemente. Una fábula evocadora heredera de las películas animadas de Hayao Miyazaki, ambientada en un mundo irreal y fantástico del que no es necesario entender sus mecanismos para intuir la mayoría de las cosas que sus autores nos quieren transmitir.

El paso del tiempo, inexorable, representado en el camino de la infancia a la madurez, la aceptación de los cambios que esto conlleva, la dependencia de la amistad o del amor… son algunos de los temas que aparecen abocetados en sus páginas, escondidos en un relato aparentemente a camino entre el costumbrismo y la fantasía pero que va más allá, una metáfora divertida, sorprendente y conmovedora cargada de simbolismo.

El autor del guión, Merwan, va aportando poco a poco muestras de su talento de tal manera que lo consideramos ya un autor a seguir. Tras la excelente trilogía Por el imperio, realizada a cuatro manos junto al enfant terrible de la bd francesa Bastian Vivés, y la serie Bel-Âge nos conquistó definitivamente con su dibujo en El oro y la sangre, una fantástica serie de aventuras ya comentada en esta página. Y también resulta ser un buen escritor, con una envidiable soltura narrativa y secuencial. La economía de medios que emplea en Pistuví, el país de los grandes pájaros encuentra un aliado perfecto en el dibujo de Bertrand Gatignol, tremendamente limpio, expresivo y dinámico, que bebe tanto del manga como de autores contemporáneos (Cyril Pedrosa y su magnífico Tres sombras, sin ir más lejos), con viñetas que piden y merecen ser observadas con atención y que nos permiten descubrir otro de los nuevos valores de la historieta gala actual. Procedente del cine de animación su trazo constituye uno de los atractivos principales de este maravilloso canto a la niñez y a la inocencia.

Pistuví, el país de los grandes pájaros
Merwan / Gatignol

Spaceman Books
Tomos: 1