AINHOA (BELTZA II), de Fermín Muguruza (Demo Editorial): Memoria histórica de los convulsos 80.

alt


En el año 2014 llegaba a nuestras estanterías Black is Beltza, un álbum que llamaba la atención inicialmente por la aparición como guionista de Fermín Muguruza, el polifacético y carismático músico vasco miembro de bandas míticas como Kortatu o Negu Gorriak, que se introducía en el mundo de la historieta como autor de este relato junto a Harkaitz Cano y Jorge Alderete.

Una historia que nacía de un curioso y significativo hecho histórico: el convite, en el año 1965, a la comparsa de gigantes de Pamplona para participar en un desfile en la neoyorquina Quinta Avenida. Invitación, sin embargo, que no incluía a la totalidad del grupo ya que las autoridades, por la discriminación racial, prohibieron la participación de dos gigantes negros. A partir de este episodio vamos a acompañar a Manex Unanue, uno de los mozos portadores de las figuras vetadas, en sus inquietas andanzas por medio mundo mientras nos sumerge en diversos acontecimientos que marcaron la convulsa segunda mitad de los años sesenta y que, poco después, pudimos apreciar también en su versión como largometraje de animación.alt

Al igual que ocurría con Black is Beltza su secuela, que lleva por título Ainhoa, cuenta con esta doble realización en cómic y film animado, coincidiendo el estreno de este último con la salida de la imprenta de una edición simultánea en cuatro lenguas (euskera, gallego, catalán y español) en su versión como novela gráfica.

En esta ocasión se añade el nombre de Isa Campo a la pareja de guionistas formada por Cano y Muguruza y el apartado gráfico pasa a ser responsabilidad de la ilustradora barcelonesa Susanna Martín, que realiza un trabajo estupendo con un dibujo un poco más minimalista de lo que acostumbra y que emplea el bitono para ir marcando las numerosas localizaciones geográficas de la obra.

Y es que si la primera parte estaba ambientada en la segunda mitad de los sesenta y el hilo conductor eran las experiencias de Manex esta vez los pasos que vamos a seguir no son otros que los de su hija Ainhoa -que hereda de su aita el carácter intrépido y una sorprendente capacidad para verse metida en cuanto lío hay allá por donde pasa- a finales de los años ochenta.alt

Nuestra protagonista, que nació de manera milagrosa en Bolivia el mismo día que fue asesinado el Che Guevara, crece en Cuba, tierra de su madre, hasta que en 1988 viaja hasta Euskal Herria para conocer la de su padre. Allí comienza un periplo que la llevará hasta el Líbano, Afganistán, Kurdistán o Marsella en compañía de Josune, una comprometida periodista navarra, en un intenso viaje iniciático marcado por las luchas sociales en estos últimos años de la Guerra Fría.

Con un cierto popurrí de géneros que va del relato de aventuras y acción al cuaderno de viaje o a la denuncia social esta segunda parte de Black is Beltza toca muchos temas controvertidos, como la represión de distintos movimientos o colectivos y las distintas opciones de luchar contra estas opresiones (muy interesantes resultan las reflexiones que sobre esto aparecen sobre el conflicto vasco), la dura huella de la heroína en los años ochenta y la consiguiente relación entre las redes del narcotráfico y las tramas políticas.

Para transportarnos a esta época los autores utilizan múltiples referencias musicales, culturales y políticas, comenzando por un cierto protagonismo inicial de la primera banda de Fermín, Kortatu, tanto en la despedida del grupo en directo en el año 1988 como en el origen de una de sus canciones más conocidas, Sarri Sarri , que versa sobre la fuga del escritor y militante de ETA Joseba Sarrionandia.

Así pues aquí os dejamos esta interesantísima recomendación, un ejercicio de memoria histórica salpimentado de acción y compromiso que os atrapará con seguridad, y aprovechamos para anunciar su presentación y sesión de firmas este próximo viernes 7 de octubre en Komic, cuando contaremos con la presencia del mismo Fermín Muguruza, ¡os esperamos!alt