El botones de verde caqui, de Olivier Schwartz y Yann: homenajes y referencias

El botones verde caqui: referencias


Hace unos días comentamos en esta página el estupendo álbum de Spirou realizado por Yann y Olivier Schwartz, El botones de verde caqui, una magnífica historia bélica y de espionaje que, además, supuso un auténtico divertimiento para sus autores, ya que el tomo está plagado de homenajes y referencias a otros historietistas, a personajes míticos de la bd franco-belga e incluso a personas reales. Son tantas que decidimos recogerlas en este pequeño estudio que, eso sí, recomendamos revisar única y exclusivamente tras su lectura. Esperamos que os resulte tan interesante y divertido como a nosotros.


HOMENAJES A PERSONAJES DE LA HISTORIETA CLÁSICA

Como os comentamos existen tres grandes grupos de personajes homenajeados, y comenzaremos por aquellos que proceden de la historieta clásica, entre los que sobresalen los recuperados de viejas aventuras de Spirou, como son Peloduro y su madre (pág. 16) o el profesor Samovar (pág. 48) y su robot Radar (pág. 46). Todos ellos aparecieron por primera vez en historias de nuestro apreciado botones publicadas en los años 40.

Otro de los iconos de esta serie, también obra de Franquin, es el peculiar Marsupilami, que aparece en una estatua junto a su creador en la página 63.

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También se dejan ver el aviador Buck Danny (pág. 23) -creación de Troisfontaines, Charlier y Hubinon- y William Galantine (pág. 39), que no es otra cosa que un personaje de la serie Bob Marone en la que el propio Yann parodiaba el Bob Morane de Vernes. Otra creación del prolífico guionista de esta aventura, la pin-up Poison Ivy, está representada pintada en uno de los aviones aliados (pág. 56), y los lectores atentos podrán identificar también al capitán Francis Blake (pág. 50), coprotagonista de Blake & Mortimer, obra de Jacobs.

Hay dos referencias claras a las aventuras de Ásterix: mientras persiguen a Spirou por los tejados de Bruselas, uno de los soldados alemanes repite una frase recurrente en los legionarios romanos que rodean la aldea gala (pág. 28) y, para representar los últimos focos de resistencia nazi, emplean el recurso con el cual comienzan todos los álbumes de nuestro dúo galo preferido (pág. 55). Incluso hay sitio para homenajear al cómic americano, con uno de los soldados aliados leyendo un tebeo de Superman (pág. 56) y también con el póster del boxeador Battling Murdock que Peloduro tiene colgado en su cuarto (pág. 16), ya que resulta ser el padre del superhéroe Daredevil.


REFERENCIAS A HERGÉ

Mención aparte merecen todas las referencias sobre Hergé que hay en este libro: en primer lugar, y dado que la acción está ambientada en la Bruselas de 1942, se habla en más de una ocasión de El secreto del unicornio, historia de Tintín publicada en esas fechas en el periódico Le Soir, y son varios los personajes que aparecen leyendo esta aventura (páginas 7 y 45). Uno de sus protagonistas, el coleccionista Sakharine, aparece en la página 29 negociando por un barco en un mercado de la calle. En esa misma página podemos ver al propio Hergé dibujando mientras uno de sus personajes, Celestino Panza, le roba la cartera.

El botones verde caqui: referencias

Por supuesto no podía faltar el intrépido reportero belga, que corre en búsqueda de una noticia junto a su fiel Milú (pág. 14), y precisamente el inseparable perro de Tintín sale de nuevo revolviendo en un cubo de basura donde encontramos una de las latas de cangrejo de El cangrejo de las pinzas de oro (pág. 22).

El botones verde caqui: referencias

Aunque no le llegamos a ver la cara, el sordo inventor vecino de Fantasio no es otro que el profesor Tornasol (pág. 40), y el malvado doctor Müller –que aparece en La isla negra y Tintín en el país del oro negro- está representado aquí como un torturador de la Gestapo (pág. 32).

El botones verde caqui: referencias

Pero además de estas referencias tintinófilas, otros personajes de Hergé dejan su firma en este álbum: Jo y Zette (pág. 34) y los pillos Quick y Flupke, perseguidos por el Oficial 15 (pág. 16). Y, aunque escondido bajo el anagrama del aviador Rod Nickwell (pág. 24), hace acto de presencia el abogado inglés Nick Rodwell, actual marido de la viuda del dibujante belga y administrador de su legado.


HOMENAJES A AUTORES DE LA BD FRANCO-BELGA

Otro gran grupo homenajeado en El botones de verde caqui son distintos autores de la bd franco-belga (además de la ya mencionada estatua de Franquin), entre los que encontramos a varios que también realizaron historias de Spirou, y casi todos aparecen dando nombre a calles y avenidas de la capital de Bélgica: el creador del personaje, más conocido por su pseudónimo Rob-Vel es la Rue Robert Velter (pág. 5), y su mujer y también historietista la Rue Davine (pág. 22).

Otro de los grandes creadores de Spirou está en la Rue Fournier (pág. 33), el mítico Jijé aparece con su nombre real en la Rue Joseph Gillain (pág.24), y su hermano Henri bajo su apodo artístico en la Rue Jean Darc (pág. 16), el autor de bd histórica Ray Saint-Yves nombra otra calle (pág. 8), hay sitio también para el periodista y crítico Jo Almo (pág. 16), o para el español José Luís Munuera (pág. 35), corresponsable actual de la serie regular de Spirou junto al guionista Morvan, sin olvidar, claro, a Franck Le Gall, que merece una avenida entera para él (pág. 50).

El dúo formado por Yoann y Vehlmann da nombre a una marca de galletas bretonas (pág. 38), y un carro de combate aliado lleva pintado el nombre de Greg (pág. 64). El editor y figura fundamental de la historieta europea Raymond Leblanc (pág. 45) forma parte de los rebeldes belgas presos. Se habla también de un tal Charlie Van Hamme (pág. 39), en lo que parece ser un homenaje al creador de XIII o Largo Winch. Y también debemos comentar que el propio dibujante, de apellido germánico, aparece como soldado alemán (pág. 12).


REFERENCIAS A PERSONAS REALES

Para terminar os hablaremos de las referencias a personas reales en este álbum, entre las que destacamos la heroína belga Andrée de Jongh (pág. 39) y a del piloto Jean de Sélys Longchamp (pág. 50), que se presentan haciendo de si mismos: liderando la red Cometa de la Resistencia y atacando con su avión el cuartel bruselense de la Gestapo, respectivamente.

Resulta llamativa la aparición de Audrey Hepburn (pág. 31), la famosa actriz que efectivamente nació muy cerca de Bruselas y que aquí se gana el corazón del valeroso Spirou.

Muy divertido es lo que ocurre con el personaje del Comandante Jean Doisy (pág. 19), líder de la oposición a los alemanes y que tendrá sus más y sus menos con nuestro protagonista, cuando en la realidad Doisy fue redactor jefe de la revista Spirou además de fundador del Club de Amigos de Spirou… Y también muy curioso es el nombre del gánster colaborador de los nazis, Violette Morris (pág. 20), que en realidad fue una mujer de cierta masculinidad que también ayudó a los invasores.

Pero no sólo salen personajes del pasado, sino que los autores se permiten alguna que otra licencia, como pintar el nombre del actual presidente de los Estados Unidos (Obama) en un tanque (pág. 63).

Además de todo esto, en el álbum proliferan las referencias a la arquitectura y la gastronomía de Bruselas, así como a películas, canciones, obras de teatro o literarias de la época: el propio Fantasio declara ser un gran amante del dadaísmo y lector de Tristan Tzara (pág. 22), y Vercoquin y Plancton (pág. 30), dos personajes secundarios amantes del swing, proceden directamente de una de las novelas más divertidas del genial Boris Vian.

Y hasta aquí lo que os podemos descifrar tras un par de lecturas atentas y muy entretenidas de El botones de verde caqui, como podéis ver todo un homenaje al mundo del cómic, además de un excelente álbum de aventuras espectacularmente dibujado. Seguramente habrá más referencias que nuestra ignorancia o falta de atención han pasado por algo, pero esperamos que disculpéis estas omisiones y que todas estas curiosidades os hayan resultado interesantes.