Egon Schiele, de Xavier Coste: la biografía gráfica de un genio de la pintura
Hay artistas que no necesitan una larga vida para dejar una profunda huella con su obra y que su influencia perdure con el paso del tiempo. Uno de estos casos acaba de sumarse a otros nombres ilustres que rompieron la barrera entre pintura y cómic para ver su vida retratada a través de las viñetas, como son Rembrandt, Van Gogh, Picasso, Castelao o Chagall: el expresionista austriaco Egon Schiele.
Fallecido con tan sólo veintiocho años de edad por causa de la gripe española, su característico dibujo, de trazo firme y descarnado, Egon Schiele sigue fascinando hoy en día, casi cien años después de su muerte, y de hecho podemos afirmar que es uno de los artistas pictóricos que más han influido en el mundo del arte en general y del cómic en particular. Como buen genio fue un autor inconformista y atormentado, vividor e incomprendido en su tiempo, con una tormentosa vida sentimental y que incluso fue soldado en la Primera Guerra Mundial, tras pasar un proceso judicial acusado de pornografía por sus pinturas.
Esta intensa andanza vital es recogida por Xavier Coste, otra muestra más de la inagotable cantera francesa, en un elegante tomo con el que debuta y en el que demuestra su pasión y respeto hacia Schiele centrándose sobre todo en la vida adulta de nuestro protagonista, acercándonos su propia visión (ampliamente documentada) sin caer en el didactismo, en las concesiones o en una mera sucesión de datos.
Asistimos pues, en toda su magnitud, a la explosión del talento de este discípulo confraternal de Klimt: las malas críticas y sus primeros éxitos, su apetito por conquistar a las mujeres y la desazón por la pérdida de las personas amadas, su gusto por la provocación y su angustia existencial, etc. Xavier Coste, un jovencísimo historietista normando, consigue, de manera sorprendente para su edad e inexperiencia, un álbum maduro y mesurado en lo narrativo, evitando caer en la tentación del escándalo o del sensacionalismo a los que parecen invitar algunos de los tempestuosos episodios de la vida del pintor austriaco.
En el apartado gráfico asistimos a la presentación de un dibujante con paciencia y con gran talento gráfico, que huye, aquí también, de acercar su estilo al del protagonista del relato, y que emplea una gama de colores otoñales (ocres, pardos, grises y rojos) que trasmite un aire de tristeza existencial que le sienta a la historia como un guante.
Estamos, por tanto, ante una de las lecturas más agradecidas de lo que llevamos de año, por el hermoso homenaje que le hace a uno de nuestros pintores preferidos un autor al que no perderemos de vista y del que esperamos ver publicada por estas tierras su segunda obra, en la se centra en otro genio precoz, el poeta Arthur Rimbaud.
Egon Schiele
Xavier Coste
Norma
Tomos: 1