La esperanza pese a todo, una aventura de Spirou por Émile Bravo: la humanización de un personaje emblemático
23/09/2019
Hace más o menos una década el autor francés de ascendencia española Émile Bravo nos sorprendió con un álbum de Spirou que nos cautivó de inmediato, y en el que trataba de revelar el posible origen del intrépido botones aventurero. El título de esa obra era Diario de un ingenuo, editado por primera vez en castellano por Planeta, y en ella nos encontrábamos a Spirou en un contexto histórico concreto y muy interesante: la Bruselas de 1939, justo antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial. Puede que fuese por la delicadeza y el talento que el historietista galo mostraba en su relato, o quizás por el hecho de ver a un Spirou más realista y próximo que nunca. El caso es que Diario de un ingenuo pasó a ser, con todo merecimiento, una de las recomendaciones imprescindibles de Komic Librería, conquistando a un gran número de lectores de todas las edades.
Es necesario señalar que esta historia aparecía dentro de la colección Una aventura de Spirou por…, una serie de álbumes, a priori autoconclusivos e independientes, realizados por distintos autores de la bd franco-belga contemporánea (entre los que aparecen nombres tan ilustres como los de Trondheim, Zidrou o Frank Le Gall), y que ofrecían distintas versiones del popular personaje. Esta premisa fue rota por el tándem formado por Yann y Olivier Schwartz, los primeros en hacer más de un álbum para esta colección. A ellos les debemos esas dos joyas que son El botones de verde caqui y La mujer leopardo, donde precisamente exploran la línea cronológica y realista iniciada por Émile en Diario de un ingenuo, y continuada en este La esperanza pese a todo que hoy os comentamos.
Porque si, queridas komiqueiras y komiqueiros, estamos de enhorabuena ya que hace pocos días llegó a nuestras manos, gracias al colosal trabajo que está realizando Dibbuks —actual editorial de Spirou en España—, el retorno de Émile Bravo con la primera entrega de una tetralogía que, como podréis comprender, se convierte para nosotros en uno de los acontecimientos más destacados de este año. Y no es para menos nuestra alegría, ya que la propuesta de Bravo de seguir las primeras andanzas de Spirou en una Bélgica ya totalmente sumergida en el terror de la guerra, vuelve a ser una lectura magnífica y más que recomendable.
A pesar del conocimiento, respeto y cariño por el personaje que demuestra Bravo, aparece una duda en nuestras cabezas: ¿emplea a Spirou como excusa para hablar de esa época terriblemente convulsa y relevante de la historia de Europa o, por el contrario, utiliza este momento para homenajear al botones más famoso del mundo del cómic? Posiblemente haya un poquito de las dos opciones y ahí radique parte del atractivo de este cuidado fresco de época: tomar a un personaje totémico de la bd (no olvidemos que Spirou fue creado por Rob-Vel en 1938, es decir, estamos ante un mozalbete de más de ochenta años), alejarlo de su universo habitual y humanizarlo situándolo en el plano de nuestra realidad, concretamente en una época terriblemente convulsa y relevante de la historia de Europa. Una época que el autor plasma en una interesantísima mezcla de elementos históricos con acción y pequeñas gotas de humor. Reflexiona sobre las causas y consecuencias de la Segunda Guerra Mundial sin caer en prejuicios ni estereotipos, hablando de las duras condiciones que el Tratado de Versalles impuso a los derrotados en la primera gran guerra, veinticinco años antes, del rol histórico del judaísmo como «cabeza de turco» para el cristianismo o que no todos los alemanes apoyaban las ideas nazis.
Para representar a Spirou y a Fantasio, o al interesante elenco de roles secundarios que aparecen en La esperanza pese a todo, Émile Bravo vuelve a apostar por una convincente humanidad —con todo lo que esto significa— que los acerca sobremanera a los lectores. El cuidado con el que presenta sus reacciones respecto a los horrores de la guerra (la persecución de los judíos, la miseria y escasez de alimentos, los refugiados, etc.) le aporta un toque realista tremendo a la historia y, en cierto sentido, nos permite asistir a la evolución de nuestros héroes. En el caso de Spirou incluso podemos hablar de un paso de la adolescencia a la edad adulta (de la misma manera que en Diario de un ingenuo presenciamos su salto de la niñez a la adolescencia), con un chico de firmes convicciones y valores morales que se va a ver obligado por las circunstancias a defenderlos con un firme compromiso. Contrasta un tanto con un Fantasio que, siempre delirante, no termina de entender lo que están viviendo y que llega a formar parte de Le Soir, un periódico belga colaboracionista donde se publicaban las aventuras de otro intrépido joven que es una de las pasiones de Émile Bravo: Tintín. De hecho podemos hablar de Hergé como una de las principales influencias de Bravo, ya no sólo en esta aventura de Spirou sino a lo largo de su carrera, algo fácilmente notable en títulos como Jules, Aleksis Strogonov o Mi mamá está en América y ha conocido a Buffalo Hill, todos ellos de gran recorrido en Komic Librería.
Con una estructura bastante fija, en la que utiliza cuatro hileras de viñetas en la mayor parte de sus 88 páginas, y un estilo gráfico agradablemente clásico, el autor francés desarrolla con acierto su relato, haciendo que disfrutemos enormemente de la lectura de este primer volumen, subtitulado Un mal principio, y que esperemos impacientes por los siguientes (el segundo de ellos será editado en Francia y Bélgica el mes que viene), al mismo tiempo que, por supuesto, os recomendamos este nuevo álbum del mítico Spirou. Bienvenido de nuevo, Émile. Bienvenido de nuevo, Spirou.
La esperanza pese a todo, una aventura de Spirou
Émile Bravo
Dibbuks
Tomos: 1
, y que ofrecían distintas versiones del popular personaje. Esta premisa fue rota por el tándem formado por Yann y Olivier Schwartz, los primeros en hacer más de un álbum para esta colección. A ellos les debemos esas dos joyas que son El botones de verde caqui y La mujer leopardo, donde precisamente exploran la línea cronológica y realista iniciada por Émile en Diario de un ingenuo, y continuada en este La esperanza pese a todo que hoy os comentamos.Porque si, queridas komiqueiras y komiqueiros, estamos de enhorabuena ya que hace pocos días llegó a nuestras manos, gracias al colosal trabajo que está realizando Dibbuks —actual editorial de Spirou en España—, el retorno de Émile Bravo con la primera entrega de una tetralogía que, como podréis comprender, se convierte para nosotros en uno de los acontecimientos más destacados de este año. Y no es para menos nuestra alegría, ya que la propuesta de Bravo de seguir las primeras andanzas de Spirou en una Bélgica ya totalmente sumergida en el terror de la guerra, vuelve a ser una lectura magnífica y más que recomendable.A pesar del conocimiento, respeto y cariño por el personaje que demuestra Bravo, aparece una duda en nuestras cabezas: ¿emplea a Spirou como excusa para hablar de esa época terriblemente convulsa y relevante de la historia de Europa o, por el contrario, utiliza este momento para homenajear al botones más famoso del mundo del cómic? Posiblemente haya un poquito de las dos opciones y ahí radique parte del atractivo de este cuidado fresco de época: tomar a un personaje totémico de la bd (no olvidemos que Spirou fue creado por Rob-Vel en 1938, es decir, estamos ante un mozalbete de más de ochenta años), alejarlo de su universo habitual y humanizarlo situándolo en el plano de nuestra realidad, concretamente en una época terriblemente convulsa y relevante de la historia de Europa. Una época que el autor plasma en una interesantísima mezcla de elementos históricos con acción y pequeñas gotas de humor. Reflexiona sobre las causas y consecuencias de la Segunda Guerra Mundial sin caer en prejuicios ni estereotipos, hablando de las duras condiciones que el Tratado de Versalles impuso a los derrotados en la primera gran guerra, veinticinco años antes, del rol histórico del judaísmo como «cabeza de turco» para el cristianismo o que no todos los alemanes apoyaban las ideas nazis.Para representar a Spirou y a Fantasio, o al interesante elenco de roles secundarios que aparecen en La esperanza pese a todo, Émile Bravo vuelve a apostar por una convincente humanidad —con todo lo que esto significa— que los acerca sobremanera a los lectores. El cuidado con el que presenta sus reacciones respecto a los horrores de la guerra (la persecución de los judíos, la miseria y escasez de alimentos, los refugiados, etc.) le aporta un toque realista tremendo a la historia y, en cierto sentido, nos permite asistir a la evolución de nuestros héroes. En el caso de Spirou incluso podemos hablar de un paso de la adolescencia a la edad adulta (de la misma manera que en Diario de un ingenuo presenciamos su salto de la niñez a la adolescencia), con un chico de firmes convicciones y valores morales que se va a ver obligado por las circunstancias a defenderlos con un firme compromiso. Contrasta un tanto con un Fantasio que, siempre delirante, no termina de entender lo que están viviendo y que llega a formar parte de Le Soir, un periódico belga colaboracionista donde se publicaban las aventuras de otro intrépido joven que es una de las pasiones de Émile Bravo: Tintín. De hecho podemos hablar de Hergé como una de las principales influencias de Bravo, ya no sólo en esta aventura de Spirou sino a lo largo de su carrera, algo fácilmente notable en títulos como Jules, Aleksis Strogonov o Mi mamá está en América y ha conocido a Buffalo Hill, todos ellos de gran recorrido en Komic Librería.Con una estructura bastante fija, en la que utiliza cuatro hileras de viñetas en la mayor parte de sus 88 páginas, y un estilo gráfico agradablemente clásico, el autor francés desarrolla con acierto su relato, haciendo que disfrutemos enormemente de la lectura de este primer volumen, subtitulado Un mal principio, y que esperemos impacientes por los siguientes (el segundo de ellos será editado en Francia y Bélgica el mes que viene), al mismo tiempo que, por supuesto, os recomendamos este nuevo álbum del mítico Spirou. Bienvenido de nuevo, Émile. Bienvenido de nuevo, Spirou.La esperanza pese a todo, una aventura de SpirouÉmile BravoDibbuksTomos: 1 "Compartir en Facebook")
