Léo, Léa, de Zidrou y Springer: la pesada losa de los recuerdos
15/09/2014
Una vez más, y ya van tantas que no es sorpresa, quedamos conmovidos ante un álbum escrito por el belga Zidrou. Este guionista, afincado en España desde hace años e invitado en la edición de Viñetas desde o Atlántico de este pasado agosto, vuelve a mostrar su especial capacidad para dotar a sus historias y a sus personajes de una tremenda humanidad. En Léo, Léa (recientemente editado por Norma) revisita algunos de los lugares recurrentes de su narrativa al contarnos el relato de una chica que se ve obligada a sumergirse en los recuerdos de su propia historia personal y familiar.
Léa, la guapa presentadora de un exitoso programa musical en la TV, recibe una noche la noticia de la muerte de su progenitor. Esto abrirá la caja de Pandora de sus recuerdos, por los cuales nos guiará ella misma en un íntimo y sincero monólogo en el que irá revisando la conflictiva relación con su padre o la ausente figura de su madre en una familia golpeada (y marcada) por una durísima tragedia.
Es notable el talento de Zidrou para buscar situaciones extremas y trágicas, enfocarlas de maneras poco habituales y construir con ellas historias que inevitablemente tocan el interior de sus lectores sin caer en el dramatismo excesivo, y de las que incluso podemos sacar ideas positivas. El autor de Lydie, El cuentacuentos o El Folies Bergère retoma aquí el tema de la pérdida, algo constante en su obra (en este caso una pérdida tan dura e incomprensible que funciona coma un agujero negro emocional para los protagonistas de Léo, Léa), otorga otra vez más un papel fundamental a los recuerdos y vuelve a tocar la relación entre padres e hijos.
Al igual que los protagonistas de títulos ya clásicos como El almanaque de mi padre, de Jiro Taniguchi, o Los combates cotidianos, de Manu Larcenet, Léa descubrirá tras el fallecimiento de su padre detalles y circunstancias sobre él y el pasado de su familia que desconocía. Y estos nuevos descubrimientos cambiarán los sentimientos que ella albergaba hacia su figura paterna pero también hacia la vida.
Además de narrar esta historia con elegancia y gran acierto a la hora de administrar el ritmo, el escritor belga vuelve a hacer gala de su puntería a la hora de buscar colaboradores gráficos en su carrera. En esta ocasión se hace acompañar del francés Benoît Springer, un autor casi desconocido por estas tierras, poseedor de un trazo limpio y correcto que acompaña perfectamente las memorias de Léa, ya que su mesura contiene el dramatismo de algunas escenas y el empleo del color le da al álbum un vitalismo que contrasta con la muerte, tan presente en este libro que, a pesar de todo, deja un gran sabor de boca tras su lectura y que os recomendamos esperando que os guste tanto como a nosotros.
Léo, Léa
Zidrou / Benoît Springer
Norma
Tomos: 1
 revisita algunos de los lugares recurrentes de su narrativa al contarnos el relato de una chica que se ve obligada a sumergirse en los recuerdos de su propia historia personal y familiar.
Léa, la guapa presentadora de un exitoso programa musical en la TV, recibe una noche la noticia de la muerte de su progenitor. Esto abrirá la caja de Pandora de sus recuerdos, por los cuales nos guiará ella misma en un íntimo y sincero monólogo en el que irá revisando la conflictiva relación con su padre o la ausente figura de su madre en una familia golpeada (y marcada) por una durísima tragedia.Es notable el talento de Zidrou para buscar situaciones extremas y trágicas, enfocarlas de maneras poco habituales y construir con ellas historias que inevitablemente tocan el interior de sus lectores sin caer en el dramatismo excesivo, y de las que incluso podemos sacar ideas positivas. El autor de Lydie, El cuentacuentos o El Folies Bergère retoma aquí el tema de la pérdida, algo constante en su obra (en este caso una pérdida tan dura e incomprensible que funciona coma un agujero negro emocional para los protagonistas de Léo, Léa), otorga otra vez más un papel fundamental a los recuerdos y vuelve a tocar la relación entre padres e hijos.Al igual que los protagonistas de títulos ya clásicos como El almanaque de mi padre, de Jiro Taniguchi, o Los combates cotidianos, de Manu Larcenet, Léa descubrirá tras el fallecimiento de su padre detalles y circunstancias sobre él y el pasado de su familia que desconocía. Y estos nuevos descubrimientos cambiarán los sentimientos que ella albergaba hacia su figura paterna pero también hacia la vida.Además de narrar esta historia con elegancia y gran acierto a la hora de administrar el ritmo, el escritor belga vuelve a hacer gala de su puntería a la hora de buscar colaboradores gráficos en su carrera. En esta ocasión se hace acompañar del francés Benoît Springer, un autor casi desconocido por estas tierras, poseedor de un trazo limpio y correcto que acompaña perfectamente las memorias de Léa, ya que su mesura contiene el dramatismo de algunas escenas y el empleo del color le da al álbum un vitalismo que contrasta con la muerte, tan presente en este libro que, a pesar de todo, deja un gran sabor de boca tras su lectura y que os recomendamos esperando que os guste tanto como a nosotros.Léo, LéaZidrou / Benoît SpringerNormaTomos: 1 "Compartir en Facebook")
